viernes, noviembre 11, 2005

En el autobús nadie habla con Cris. Ella piensa que los temas de conversación son meras excusas para no decir realmente nada, así que evita prensa rosa, reality shows y líos de fin de semana, con lo cual se limita a clavar sus ojos en un punto de fuga entre la cuneta y la calzada. Cris a veces lee en el bus a Kafka, a Hesse, a Kierkegaard, a gente sesuda de nombres extraños y de cuyas páginas apenas extrae un diez por ciento del conocimiento que podría extraer pero que le hacen sentir que se encuentra unos cuantos dedos por encima de la gente que le rodea cada día. Cris no entiende realmente a la gente de su alrededor, pero sólo se fija en la manera en la que no la entienden a ella. Nadie se molesta en hablar con Cris en el autobús.

En mi furgoneta vuelvo a despejarme, creyendo haber soñado con una niña rubia a la que nunca he conocido y cuyo ceño fruncido se ha entrometido de manera inesperada en mis recuerdos. Me reclino sobre el sillón y veo el sol finalmente salir por entre los montes que rodean a la carretera.

Los fragmentos del amor de la mujer de Madrid repican contra el terrazo y estallan súbitamente en lágrimas, mientras dos manos blancas intentan esconder su cara del mundo exterior.

En los bosques galería de Madagascar, la Graphium cyrnus amarilla y negra bate sus alas y mira a su alrededor con lo más parecido que puede sentir a la confusión.

3 comentarios:

Me gusta este nuevo blog. Has vuelto a tu estilo anterior, a tu estilo de siempre.
Estoy deseosa de ver el desarrollo de esta historia. Me tiene atrapada.
Mua, mua, mua

Por Anonymous Anónimo, 17/11/05 12:55  

Como tengo problemas con la publicación de mis comentarios vuelvo a repetir que me gusta mucho este nuevo blog y que espero ver muy pronto el desarrollo de esta historia. La espero deseosa.
Kisses.

Por Anonymous Anónimo, 17/11/05 12:57  

Y yo quiero añadir a lo que dice sunshine que por favor cris se baje del autobús y siga la historia!!
He dicho.

Por Blogger G., 17/11/05 15:12  

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